miércoles, 31 de marzo de 2010

De Repente


Las muñecas se tuercen solas
y las palabras colgando entre los dedos
dicen ¡qué no se te ocurra!
porque una vez se me ocurrió
y me dormí entremedio de las hojas
me las metí en el cuello
hasta que se hicieron hogar
y cuando casi ya no regresaba
pusieron algo bajo mi lengua
y tiraron de mi brazo
nunca más, dijeron
pero ahora quiero
porque siempre me estoy muriendo a medias
me muero de repente
otras veces no
y no quiero más que intentarlo
aunque sea de mentira.

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